En la Biblia, se menciona la música y el canto en múltiples ocasiones. Desde las alabanzas y cánticos de Moisés y Miriam en el Éxodo (Éxodo 15:1-21), hasta los cánticos de David y los Salmos, la música ha sido una parte integral de la adoración a Dios desde hace mucho tiempo. Pero ¿por qué cantamos en la iglesia? ¿Cuál es el propósito detrás de la música y la adoración en la iglesia? En este blog, exploraremos las razones bíblicas por las que cantamos en la iglesia a Dios.
- Cantar es una forma de alabar a Dios
La Biblia nos enseña que la música es una forma de alabar y adorar a Dios. En el Salmo 147:7, se nos anima a “cantar al Señor con gratitud; cantar himnos a nuestro Dios con la lira”. El libro de los Salmos está lleno de ejemplos de alabanza a Dios a través de la música y el canto.
- La música es una forma de expresar nuestras emociones a Dios
La música también es una forma de expresar nuestras emociones a Dios. En el Salmo 42:4, el salmista escribe: “Me acuerdo de estos momentos y me derramo en mí mismo: como iba con la multitud, entré en la casa de Dios, con cantos de alabanza y acción de gracias entre la multitud que celebraba”. La música y el canto pueden ayudarnos a expresar nuestro amor, agradecimiento, alegría, tristeza y otras emociones a Dios.
- La música y el canto pueden ayudarnos a recordar la verdad de la Palabra de Dios
La música también puede ser una forma de recordar y meditar en la verdad de la Palabra de Dios. En Colosenses 3:16, se nos insta a “dejar que la palabra de Cristo habite en nosotros en toda su riqueza, enseñándonos y aconsejándonos con toda sabiduría, y cantando salmos, himnos y cánticos espirituales con gratitud en nuestros corazones a Dios”. Al cantar canciones que contienen verdades bíblicas, podemos ayudarnos a nosotros mismos y a los demás a recordar y meditar en las enseñanzas de la Biblia.
- Cantar en comunidad puede ayudarnos a edificarnos mutuamente
Cantar en la iglesia también es una forma de edificar a la comunidad de fe. En Efesios 5:19, se nos anima a “hablarnos unos a otros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor con todo el corazón”. Al cantar juntos, podemos ayudarnos mutuamente a crecer en nuestra fe y a fortalecernos en nuestro camino cristiano.
En conclusión, la Biblia nos enseña que la música y el canto son una parte importante de nuestra adoración a Dios. A través de la música, podemos alabar y adorar a Dios, expresar nuestras emociones, recordar la verdad de la Palabra de Dios y edificar a la comunidad. Así que la próxima vez que cantes en la iglesia, recuerda que estás haciendo algo más que simplemente cantar canciones: estás adorando a Dios y fortaleciendo tu relación con él.