Expectaciones Del Grupo de Alabanza

Cinco Expectaciones Del Grupo de Alabanza.

La música es una parte integral del servicio de adoración y siempre se habla de las expectativas del líder de alabanza, pero ¿qué pasa con el resto del grupo? En este blog post, exploraremos cinco expectativas que la iglesia puede tener para su grupo de alabanza. Esta lista puede servir como base para definir las expectativas del grupo de alabanza de su iglesia, teniendo en cuenta que cada iglesia tiene sus propias expectativas y reglas.

1.) En primer lugar, es crucial que los miembros del grupo de alabanza tengan un deseo sincero de buscar y conocer más a Dios. No es suficiente ser un músico talentoso o tener una buena voz; el objetivo principal del grupo de adoración es guiar a la congregación en la adoración a Dios. Es importante tener un corazón dispuesto a acercarse a Dios y buscarlo en todo momento. La Palabra de Dios nos dice en Jeremías 29:13: “Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón“.

2.) En segundo lugar, es necesario que los miembros del grupo de alabanza se tomen el tiempo para aprender y practicar los cantos. No se trata solo de saber las letras y las notas, sino de comprender el significado de las canciones y ser capaz de adorar a Dios con ellas. Debemos entender que somos instrumentos en las manos de Dios y que nuestra adoración debe ser un reflejo de su amor y su gracia. La Palabra de Dios nos dice en Colosenses 3:16: “Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros con toda sabiduría, cantando con agradecimiento en vuestros corazones a Dios“.

3.) En tercer lugar, es importante que los miembros del grupo de alabanza lleguen a tiempo a los ensayos y servicios. Esto muestra respeto por el tiempo de los demás y nos permite prepararnos adecuadamente para el servicio de adoración. En 1 Crónicas 15:16, leemos que los levitas “se prepararon y santificaron a sí mismos y trajeron el arca de Dios a su lugar“. La preparación es esencial para el éxito del servicio de adoración.

4.) En cuarto lugar, es fundamental mantener una buena actitud y trabajar en equipo. Todos los miembros del grupo de alabanza deben tener la disposición de servir a Dios y a su congregación. Debemos ser humildes y estar dispuestos a aprender y crecer en nuestra fe. La Palabra de Dios nos dice en Filipenses 2:3: “Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”.

5.) Por último, es necesario tener una buena comunicación con el líder de alabanza. El líder necesita saber con anticipación si alguien no podrá asistir a un servicio o si llegará tarde. También debe estar abierto a recibir sugerencias y consejos para mejorar. En Proverbios 15:22 leemos: “Los planes fallan por falta de consejo; pero con muchos consejeros se realizan”.

En resumen, estas cinco expectativas son solo el comienzo para un grupo de alabanza saludable y efectivo. Es importante recordar que estas expectativas no son solo para ser aplicadas a otros miembros del grupo, sino que cada uno de nosotros, como músicos y adoradores, debemos aplicarlas a nosotros mismos en primer lugar. Debemos tener un deseo de buscar más de Dios, tomar tiempo para aprender y practicar los cantos, llegar a tiempo a los ensayos y servicios, mantener una buena actitud y tener una buena comunicación con el líder de alabanza.

Y, sobre todo, debemos recordar que somos adoradores, no solo músicos. Debemos enfocarnos en adorar a Dios en espíritu y en verdad, y no solo en tocar una canción bien. Como dice en Juan 4:23-24: “Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a tales que así le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.

Que cada uno de nosotros, como miembros del grupo de alabanza, busquemos a Dios de todo corazón, nos esforcemos por mejorar y servir con excelencia, y que recordemos siempre estamos ahí para adorar y glorificar a nuestro Dios.