¿Te ha pasado alguna vez que te sientes inseguro o nervioso al dirigir en la iglesia? Dirigir, cantar o tocar frente a un grupo de personas puede causar muchos nervios y temores. Sin embargo, no te preocupes, porque es posible crecer tu confianza al ministrar en la iglesia.
Como alguien que ha estado en el ministerio por más de 25 años, tanto en la música como en la enseñanza y predicación, entiendo cómo la inseguridad y el temor pueden invadir nuestros corazones. Por eso, quiero compartir algunos puntos que me han ayudado a dirigir con confianza.
Depende totalmente de Dios y Su presencia Una de las cosas que he aprendido es a depender totalmente de Dios. Aunque es fácil confiar en nuestras habilidades, talentos o experiencia, no queremos movernos por nuestras propias fuerzas, sino por las de Dios. Su Palabra dice que cuando somos débiles, Él se hace fuerte. Es importante estar preparados, saber las canciones y haber practicado, pero confiar en que es Dios quien hace la obra, no nosotros. Como dice Proverbios 21:31, “El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor”.
Descansa en Sus promesas No hay nada que pueda tomar el lugar de la Palabra de Dios en nuestras vidas. Aférrate a sus promesas y descansa en lo que Él nos promete. Los Salmos dicen en el capítulo 37:5, “Encomienda al Señor tus caminos, confía en Él y Él hará”. También tenemos la promesa que Dios le dio a Josué en el capítulo 1:9, “Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas”. Jesús también ha prometido estar con nosotros hasta el fin, así que podemos confiar en que Él nos ayudará, especialmente cuando se trata de servir y ministrar a Él y a su pueblo.
Atrévete a actuar Muchas veces, el temor o la falta de confianza pueden paralizarnos, pero lo único que tenemos que hacer es actuar. Atrévete a comenzar, actúa por fe y con el tiempo y la experiencia, lo irás haciendo mejor con la ayuda de Dios. Irás creciendo en tus habilidades y en tu confianza en Él. El temor se irá haciendo menos cada vez.
Acepta que habrá errores Es importante aceptar que a veces las cosas no saldrán bien, y eso está bien. Podemos aprender de nuestros errores y crecer. No dejes que los fracasos y errores te consuman, evalúa, aprende y haz las correcciones necesarias, pero no te quedes en un estado de ánimo fracasado. Sacúdete eso y sigue adelante porque el domingo viene otra vez y cada semana es una nueva oportunidad para servir.
En conclusión, es posible aumentar nuestra confianza al dirigir en la iglesia y en el ministerio de la música. Para ello, es importante depender totalmente de Dios y Su presencia, descansar en Sus promesas, atreverse a actuar y aceptar que habrá errores. Con estos puntos en mente y con la ayuda de Dios, podemos superar la timidez y el temor que nos puedan invadir al dirigir y tener la confianza necesaria para ministrar a Él y a su pueblo de manera efectiva.